Préstamos Créditos Adelantos
La cocina es el
lugar de mi casa en el que paso la mayor parte del tiempo. Ahí no solo trabajo
haciendo postres para ganarme la vida, sino que también consiento a mi familia
y es mi escape favorito en momentos de ansiedad, de angustia o de estrés,
porque es cuando más creativa me pongo. Hace
dos semanas la estufa se murió por completo y lo único que logró sacarme de ese
apuro fue un préstamo.
Gracias al crédito personal que solicité, salí de
un momento agobiante, porque luego de mandarla a revisión con varios técnicos,
el diagnóstico era muerte súbita sin posibilidad de resucitarla. Tuve que
comprar una estufa nueva y me había gastado todos mis ahorros semanas antes
remodelando justamente parte de mi cocina.
Logré sobrellevar
esa situación incómoda de la mejor manera posible y todo eso fue posible con la
maravillosa ayuda del adelanto en
efectivo al que accedí. Sinceramente no sé qué hubiese sido de mí si no
hubiese tenido oportunamente esa ventana abierta, con la que no solo salí de la
mala pasada, sino que adquirí una estufa muchísimo mejor.
Cada vez que pienso en lo genial que fue contar con
el comodín de ese préstamo me siento bendecida y muy afortunada. Y la verdad es que todos y cada uno de ustedes
tiene la misma oportunidad de sentirse de esa manera, porque justamente para
eso están, para ayudarnos en las malas rachas, en los momentos de desdicha
monetaria.
Lo mejor de todo
es que podré pagar ese y el resto de los préstamos
que he pedido a tasa de interés fija,
sin perder mes a mes todo el dinero que voy recaudando gracias a mi trabajo.
Además, no tengo que ir a ninguna entidad bancaria a abonar sumas cuantiosas y
a firmar pagares cada vez que toca algún abono.
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